Photobucket

martes, 29 de diciembre de 2009

SOLA (cap. 17)

Nevaba, ya era diciembre en New Jersey, por lo que las calles estaban cubiertas de una gruesa capa de nieve. Me sentía tan sola, ya no habia vuelto a ver a Gerard, lo mas seguro es que el no quisiera volver a verme, por que de lo contrario ya se hubiera aparecido a mi lado. Era sorprendente su poder, sobretodo para localizarme, no sabia si era con la única que podía hacer eso, pero según mi teoría haberme convertido nos había atado y cada vez que el me deseara buscar lo lograría.
Había estado casando algunos gatos en el parque, me alimentaba constantemente ya que hace semanas me habían empezado a perseguir dos vampiros morenos, por el momento me había ocultado de ellos en unos callejones.
Por lo poco que podía escuchar en el radio portátil que había robado de una casa los Vulturis habían continuado formando un ejercito, era en lo único en que se concentraban, aparte de eliminar a sus posibles enemigos, entre ellos mi familia a la que buscaban por mar y tierra sin éxito; ofrecían una recompensa a aquel humano o vampiro que ayudara a su captura.
Esto había complicado mi situación ya que alguien había dicho que me encontraba en Belleville y desde entonces andaba con cuidado.
El día estaba a punto de terminar podías sentir el cambio en la atmósfera, en eso un deslumbrante rayo de luz salió de entre los árboles, al voltear hacia ese lugar una silueta salió de ahí, esa silueta ya la había visto antes, jamás la iba a poder olvidar porque eso era lo que más deseaba ver: Jacob.
-¡Jacob!- me lance y él ni siquiera se movió, su rostro parecía sorprendido- ¿qué pasa?- lo solté
-Perdona pero no te conozco- su voz sonaba sorprendentemente fria y me molesto
-¿Qué?- sentí como si una cubeta con agua fría se hubiera derramado sobre mi- ¿cómo dices eso?
No podía estar pasándome esto, solo nos habíamos separado durante unos meses, ¿qué clase de broma era esa? No era graciosa
-Jake... mi amor, ¿en serio no me recuerdas?
Mientras alzaba una mano para tocarlo una chica delgada de rizos color chocolate había salido de la nada, me recordaba a alguien, pero no sabía a quien; al principio me había causado simpatía pero al verla abrazar a Jake y ver como el la veia hizo que me hirviera la sangre, o bueno algo por el estilo ya que no tenía sangre en mi cuerpo
-¿Quién eres?- apenas y pude articula la pregunta
-Nessie... Cullen
En el tiempo en que había vivido con los Cullen jamás la habían mencionado que yo recordara. Fijándome bien en ella, viendo sus ojos era como si estuviera viendo una foto de Bella cuando era humana, pero no podía ser, ella no había tenido una hija con Edward, me lo hubieran dicho.
-¿Quién es esa Jake?-murmuró
-No lo sé, parece como si me conociera pero yo como a ella no
Una desesperación jamás antes sentida inundo mi pecho, quería gritar, desgarrar mi tórax y sacarme el corazón, no entendía nada.
-¡Jake, yo te amo!- volví a acercarme a él, pero él se alejo de mi- No me hagas esto, tienes que saber quién soy yo, yo… tú... – se alejó mas junto con la tal Nessie- no me dejes, ¡por favor no me dejes!
En eso aparecieron todos los Cullen, ellos tenían que hacer entrar en razón a Jake, ellos me ayudarían.
-Edward por favor has entrar en razón a Jake, dile quién soy
El interpelado se me quedo viendo como si jamás me hubieravisto, me volví a Jasper pero el también me miraba así.
-Jasper, tu no por favor, tu no… acuérdate de mí- se alejó demi- tu no…
Al ver los rostros de los demás pude ver el desconcierto y la preocupación, me veían como una desequilibrada mental. Eran mi familia no podían verme así.
Todo se oscureció de pronto, me quede sola, como siempre había estado, si pudiera llorar lo haría pero no puedo, estaba seca. Todo se había roto en mil pedazos, no sabía cómo podía pasar. Una risa irrumpió mis pensamientos, al abrir mis ojos una realidad me sorprendió, estaba tirada sobe un piso de piedra en un cuarto oscuro. Lentamente me puse de pie y vi la silueta de una mujer muy alta que estaba observándome, cuando mi visión se aclaro vi el rostro de la persona que en el pasado me había quitado a quién creí que era el amor de mi vida: Alison
-Que divertido fue esto, ¿sabes que hacía tiempo no me reía tanto? Que inocente eres Madeleine, con razón Gerard se aburrió de ti, no lo culpo.- su voz destilaba demasiado odio como para ser tan hermosa
-Aun así el te dejo
-¿Eso te dijo?
-Alison deja de molestar a Madeleine, asi no se le da la bienvenida a las recién llegadas- la voz pertenecía a un hombre anciano parecía frágil pero aun tenía fuerzas para moverse lo cual era sorprendente
-Lo siento Aro- dicho esto Alison desapareció
-Siento que hayas tenido que ver cosas desagradables, pero era el único método para hacerte venir- esperó a que dijera algo pero no lo hice
-¿Donde diablos estoy?
-En mi cuartel, aunque pronto iremos a Volterra a reunirnos con mis hermanos, ellos desean conocerte, ahora veamos que tanto sabes sobre los Cullen- se acerco a mi estirando su mano.
Entre en pánico, Jazz me había dicho lo que pasaba cuando Aro te tocaba, necesitaba salir de ahí pronto, tenía que llegar a la puerta que estaba atrás de Aro, pero ¿y si Alison estaba del otro lado? En el momento en que sentí una mano sobre mi brazo creí que era Aro, pero al verla note que era la mano de Gerard, sonreí mientras desparecíamos dejando a Aro con la boca abierta.
Aparecimos en una especie de sala, había dos sillones verde oscuro, yo estaba sentada en uno de ellos junto a Gerard. Las ventanas estaban tapadas con tablones de madera, había periódicos regados por todos lados. A los lados de la sala había dos puertas de madera.

-Gracias, ¿cómo sabías que estaba ahí?
-Siempre se donde estas Mad, sentí que necesitabas ayuda
-Es por que tu me convertiste ¿cierto?, ¿estamos ligados por eso?- el asintio- ¿has estado escondido aqui?
-No del todo, he estado buscando información de tu familia, queria ayudarte, pero no he encontrado nada
- Te agradezco lo que has hecho, en verdad no sé como pagártelo, pero…- me aclaré la garganta- ¿No has sabido nada de Jacob?
-Mad, aquí estoy.

Voltee hacia donde provenia la voz y Jacob Black estaba frente a mí. Iba con unos jeans gastados y una playera negra rota, pero para mí se veía fantástico, así lo recordaba.
Todos los meses de preocupación se esfumaron cuando él me dedicó una sonrisa; el miedo se había ido junto con la soledad y la tristeza. Ahora si podía pelear sabiendo que él estaba a mi lado. Me lancé, él me atrapó y me sostuvo a su altura. La risa se apoderó de ambos y pude sentir nuevamente su aliento en mi cara, era mucho mejor que en la visión de Alison. Nos besamos como si nunca lo hubiéramos hecho, sentir sus labios presionar los míos de esa manera me mostraba que el también me había extrañado. De repente me acorde que Gerard estaba viéndonos.

-Espera, Gerard esta aquí- traté de zafarme pero él me sujetó de la cintura y me pegó a su pecho
-El se fue hace rato, creo que nos está dando un poco de espacio- sonrió- no sabes cuánto espere esto, tenerte entre mis brazos y…- me besó
-Yo también te extrañé- susurré, creo que me había dejado llevar un poco- pero, ¿cómo?
-Es una larga historia-me encantaba su sonrisa, solo podía verlo a él y eso ponía a todo en segundo plano

No hay comentarios:

Publicar un comentario