Al regresar nos dedicamos a empacar y a poner en orden los papeles que había encontrado. Lo poco que decidí quedarme lo guardamos en cajas que mandamos a Forks, entre ellas mi ropa favorita, fotos, algunas partituras y las joyas de mi madre. Jacob insistió en guardar todos los álbumes donde yo salía con disfraces ridículos, insistió tanto que termine accediendo.
Me sentí mal al no despedirme de Fher pero era lo mejor para ambas, no podría decirle adiós a la persona que me había conocido mejor que nadie y me apoyo en todos los malos momentos y estuvo para mi cuando las cosas buenas me sucedían a mí. Lo menos que pude hacer por ella fue dejarle una nota en la puerta deseándole lo mejor y que esperaba que me perdonara.
Cuando regresamos a Forks ya habían llegado las cajas, aunque yo quería que pasaran desapercibidas Alice insistió en que le mostrara lo que había dentro, así que inicio una carrera por toda la casa hasta que Esme nos pidió que saliéramos porque no quería que rompiéramos nada. Al final fue un dos contra dos: Alice y Emmett contra Jacob y yo, la pareja que lograra atrapar a la otra ganaba. Después de dos horas Jacob atrapo a Emmett y Alice me atrapo, así que como eran cuatro cajas solo podían ver dos, para mi desgracia Alice abrió la caja donde estaban las fotos.
Desde ese momento Emmett me tomaba el pelo más seguido que antes, pero al final me termine acostumbrando.
Sorprendentemente las vacaciones terminaron, por lo que al regresar a clases pase menos tiempo con Jacob, al menos este iba a ser el último año de ambos.
Pensé que mis compañeros ya se habían acostumbrado a mí, pero no, al parecer despedía cierta sensación incomoda por lo que casi nadie me hablaba, solo si era estrictamente necesario, extrañaba estar rodeada de amigos como en Belleville, con Fher, Alan, Jess y mis otros amigos.
Cuando me di cuenta ya era septiembre y se acercaba el cumpleaños de Bella, ambos cumpleaños, por lo que Alice, para variar, organizo una reunión, invito incluso a los amigos de Jacob: Quil, Embry y Seth.
Fue increíble, Edward, Rose y yo tocamos una canción para Bella. La velada termino muy tarde, hasta que ya había amanecido, por lo que los que teníamos que ir a la escuela nos tuvimos que ir y la fiesta se acabo.
La clase de literatura pintaba para ser aburrida ya que íbamos a repasar para el examen, Edward ya me había explicado lo suficiente así que me dedique a observar a mis compañeros, era una costumbre que tenia, trataba de recordar lo que era ser humana; cuando toco el timbre salí rápidamente. Agradecía que esa fuera la ultima clase del día, así podría ir a dar una vuelta antes de ir a casa, vería Jacob mañana por que el tenía que estudiar.
Decidí ir a Port Angeles, quería dar una vuelta por el centro comercial, andaba viendo playeras cuando escuche la voz de un reportero en la televisión de la tienda que mencionaba el nombre de Fher, eso no era bueno, me acerque a la tele y vi su foto, era un anuncio de personas desaparecidas. Se me cayó el alma a los pies, si es que todavía había una dentro de mí, no podía ser; todo empeoró cuando pasaron la foto de Alan, hacia un mes que habían desaparecido en la estación de autobuses con destino a Washinton, y según el reportero, esas dos desapariciones se sumaban a una lista de más de cuarenta personas en el país en el ultimo mes.
Pague y me dirigí a Belleville, esto tenía que ser un error, Fher y Alan no podían estar desaparecidos, ellos no.
Lo bueno de Rose es que siempre tenía su auto en buen estado y no me causo ningún problema para llegar. Fui a la casa de Alan, tenia que escucharlo de su madre para creerlo. Toque a la puerta y salio su hermano Jorge, era identico a Alan, solo que tres años más joven.
-Hola, escuche lo de Alan ¿esta tu madre en casa?
-Si, esta en la cocina hablando con un oficial, pasa
Conocía el camino a la cocina, cuando llegue vi a la madre de Alan llorando y al oficial arreglando sus papeles y se iba.
-Buenas noches Sra. Thompson, escuche lo que paso en las noticias, vine para ver si puedo ayudarle
-Tuvo que ser necesario que tus amigos desaparecieran para que volvieras- era una persona que amaba profundamente a sus hijos, entendia que estuviera molesta, pero aun asi me dolió- ¿sabías que Alan y Fhernanda iban a buscarte el dia que desaparecieron?
-No, no sabia, pero ¿como sabian a donde ir?
-Fhernanda se las arreglo para encontrar la direccion a donde fueron las cajas con tus cosas- comenzo a temblar- planeo junto con mi hijo ir a buscarte, ¡y ahora han desaparecido! ¡Es tu culpa!
Se levanto y me empezó a golpear, Jorge se acerco y la detuvo, forcejearon un momento hasta que ella se dio por vencida.
Salí de la casa desecha por dentro. En ese momento sonó mi celular, era Alice.
-¿Si?
-Mad, cariño, siento lo de tus amigos, pero no vas a poder hacer nada por ellos, escucha, acabo de tener una visión, al parecer ellos junto con los otros desaparecidos están con los Vulturis.
-¿Qué? ¿Por que estan haciendo eso?
-Eso no lo sé aun
-Voy a casa
Me sentí mal al no despedirme de Fher pero era lo mejor para ambas, no podría decirle adiós a la persona que me había conocido mejor que nadie y me apoyo en todos los malos momentos y estuvo para mi cuando las cosas buenas me sucedían a mí. Lo menos que pude hacer por ella fue dejarle una nota en la puerta deseándole lo mejor y que esperaba que me perdonara.
Cuando regresamos a Forks ya habían llegado las cajas, aunque yo quería que pasaran desapercibidas Alice insistió en que le mostrara lo que había dentro, así que inicio una carrera por toda la casa hasta que Esme nos pidió que saliéramos porque no quería que rompiéramos nada. Al final fue un dos contra dos: Alice y Emmett contra Jacob y yo, la pareja que lograra atrapar a la otra ganaba. Después de dos horas Jacob atrapo a Emmett y Alice me atrapo, así que como eran cuatro cajas solo podían ver dos, para mi desgracia Alice abrió la caja donde estaban las fotos.
Desde ese momento Emmett me tomaba el pelo más seguido que antes, pero al final me termine acostumbrando.
Sorprendentemente las vacaciones terminaron, por lo que al regresar a clases pase menos tiempo con Jacob, al menos este iba a ser el último año de ambos.
Pensé que mis compañeros ya se habían acostumbrado a mí, pero no, al parecer despedía cierta sensación incomoda por lo que casi nadie me hablaba, solo si era estrictamente necesario, extrañaba estar rodeada de amigos como en Belleville, con Fher, Alan, Jess y mis otros amigos.
Cuando me di cuenta ya era septiembre y se acercaba el cumpleaños de Bella, ambos cumpleaños, por lo que Alice, para variar, organizo una reunión, invito incluso a los amigos de Jacob: Quil, Embry y Seth.
Fue increíble, Edward, Rose y yo tocamos una canción para Bella. La velada termino muy tarde, hasta que ya había amanecido, por lo que los que teníamos que ir a la escuela nos tuvimos que ir y la fiesta se acabo.
La clase de literatura pintaba para ser aburrida ya que íbamos a repasar para el examen, Edward ya me había explicado lo suficiente así que me dedique a observar a mis compañeros, era una costumbre que tenia, trataba de recordar lo que era ser humana; cuando toco el timbre salí rápidamente. Agradecía que esa fuera la ultima clase del día, así podría ir a dar una vuelta antes de ir a casa, vería Jacob mañana por que el tenía que estudiar.
Decidí ir a Port Angeles, quería dar una vuelta por el centro comercial, andaba viendo playeras cuando escuche la voz de un reportero en la televisión de la tienda que mencionaba el nombre de Fher, eso no era bueno, me acerque a la tele y vi su foto, era un anuncio de personas desaparecidas. Se me cayó el alma a los pies, si es que todavía había una dentro de mí, no podía ser; todo empeoró cuando pasaron la foto de Alan, hacia un mes que habían desaparecido en la estación de autobuses con destino a Washinton, y según el reportero, esas dos desapariciones se sumaban a una lista de más de cuarenta personas en el país en el ultimo mes.
Pague y me dirigí a Belleville, esto tenía que ser un error, Fher y Alan no podían estar desaparecidos, ellos no.
Lo bueno de Rose es que siempre tenía su auto en buen estado y no me causo ningún problema para llegar. Fui a la casa de Alan, tenia que escucharlo de su madre para creerlo. Toque a la puerta y salio su hermano Jorge, era identico a Alan, solo que tres años más joven.
-Hola, escuche lo de Alan ¿esta tu madre en casa?
-Si, esta en la cocina hablando con un oficial, pasa
Conocía el camino a la cocina, cuando llegue vi a la madre de Alan llorando y al oficial arreglando sus papeles y se iba.
-Buenas noches Sra. Thompson, escuche lo que paso en las noticias, vine para ver si puedo ayudarle
-Tuvo que ser necesario que tus amigos desaparecieran para que volvieras- era una persona que amaba profundamente a sus hijos, entendia que estuviera molesta, pero aun asi me dolió- ¿sabías que Alan y Fhernanda iban a buscarte el dia que desaparecieron?
-No, no sabia, pero ¿como sabian a donde ir?
-Fhernanda se las arreglo para encontrar la direccion a donde fueron las cajas con tus cosas- comenzo a temblar- planeo junto con mi hijo ir a buscarte, ¡y ahora han desaparecido! ¡Es tu culpa!
Se levanto y me empezó a golpear, Jorge se acerco y la detuvo, forcejearon un momento hasta que ella se dio por vencida.
Salí de la casa desecha por dentro. En ese momento sonó mi celular, era Alice.
-¿Si?
-Mad, cariño, siento lo de tus amigos, pero no vas a poder hacer nada por ellos, escucha, acabo de tener una visión, al parecer ellos junto con los otros desaparecidos están con los Vulturis.
-¿Qué? ¿Por que estan haciendo eso?
-Eso no lo sé aun
-Voy a casa
No hay comentarios:
Publicar un comentario