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viernes, 25 de diciembre de 2009

DECEPCIÓN (cap. 5)

Los días siguieron y no podía hablar con Jacob, parecía que el me evitaba, y Gerard se volvió mi sombra, me seguía a todos lados, "según él quería reponer los daños".
Se hospedaba en un hotel en el pueblo y cada vez que tenía que salir él me encontraba, odiaba eso.
Un día logre zafarme de mi guarura y aproveche para ir al pueblo, decidí entrar a una cafetería, aunque no iba a comer nada, extrañaba esos lugares. El lugar estaba algo vacío, solo había un señor y una pareja.
Me senté junto a la barra y pedí un refresco. La mesera que atendía la barra regreso junto al señor, parecía que se conocían desde hace tiempo.
-¿Cómo esta jefe Swan? ¿Por qué tan feliz hoy?

¿Swan? Ese debía ser el padre de Bella

-Buenos días Molly. ¿Se me nota tanto?
-Así es jefe, esa sonrisa ya se echaba de menos. Últimamente andaba muy preocupado.
-Jajaja. Es que al parecer al fin se le hizo a Jacob… ¿si te conté que está saliendo con Leah Clearweather?
-¿La chica que fue novia de Sam Uley?
-Si, al parecer se entienden muy bien. Ya son varias veces que los veo juntos. La verdad es que me alegro por ambos, han sufrido tanto. Desde que regreso Jacob ha cambiado, ha madurado mucho y al parecer ya supero lo de Bella, y eso es bueno, creí que jamás se recuperaría.
-Sí, yo vi al muchacho. Estaba destrozado, su chica era todo para él, yo creo que de nadie se ha enamorado de esa manera.
-Si, me preocupaba tanto el chico, es como de la familia, pero gracias al cielo eso termino.

Ya no podía aguantar más, pagué el refresco y me fui. Así que Jacob está saliendo con Leah. Que tonta había sido, por eso ya no sabía nada de él, desde luego ella debía ser muy guapa, en cambio yo, solo era un monstruo; ella le podía ofrecer todo, amor, hijos, una vida perfecta.
Comenzó a llover, no me importaba, solo quería desaparecer.

Mientras caminaba a mi casa vi mi reflejo en un charco de agua, mis ojos ya no eran azules y ya no necesitaba usar lentes y la cicatriz que tenía en la mejilla ya no estaba; ahora era una criatura pálida, de ojos almendra y cabello pelirrojo, una criatura condenada a permanecer así por siempre, como una niña de 16 años. Eso para mí era mucho tiempo y era peor porque lo tendría que vivir sola.

No entendía como todo había llegado tan lejos, esto no era normal, un "metamorfo" jamás se había enamorado de una "sanguijuela" entre estas dos razas solo hay odio, entonces ¿por qué me duele? ¿por qué me la paso pensando en él?

Tal vez si me fuera me olvidaría de él.

Cuando llegué a mi casa todos estaban en la sala viendo un partido de baseball, así que me dirigí a mi cuarto, tenía que pensarlo bien.

Esa noche tuve que fingir que no pasaba nada, pero mi cabeza recordaba esas palabras… “Jacob es feliz con Leah”

-¿Puedo pasar?
-Claro Edward, pasa
-No vale la pena, que te vayas por culpa de ese perro.
-Así que lo escuchaste
-Claro, no dejas de pensar en él. No quiero que te vayas, se que suena egoísta pero es que no quiero perder a una hermana.
-No te preocupes Edward, no me perderás. ¿Sabes? lo he estado pensando y huir de mis problemas no es lo mejor.
-Dímelo a mi- sonrió y no pude evitar imitarlo- entonces ¿qué vas a hacer?
-Seguir aquí, acabar la escuela y...
-No me refiero a eso
-Pues pienso perdonar a Gerard
-¿Está aquí?
-Si, se hospeda en el pueblo, pero no te preocupes- se había alterado- el es vegetariano.
-Pues tendrá que venir a presentarse, tengo que conocerlo y a ver si le doy mi aprobación…- se empezó a reír
-¿Qué?
-Es que ya estoy imaginando lo que Emmett le va a decir.

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