Photobucket

martes, 29 de diciembre de 2009

POEMA (cap.18)

Pase la noche sentada en uno de los sillones mientras Jacob me abrazaba, estaba muy cansado por lo que paso varias horas durmiendo. Gerard no había vuelto, eso me tenia un poco preocupada, pero sentir el calor de Jacob me hacia olvidar la preocupación. Al amanecer Jacob despertó, la luz del Sol se colaba entre las tablas de la ventana.
-Buenos días, ¿que tal dormiste?
-Bien, al fin pude dormir bien, te tengo que mostrar algo- metió una mano entre los cojines del sofá y saco una hoja que había sido arrancada y estaba arrugada- es para ti
Tome la hoja y al leer lo que Jacob me había escrito me dieron ganas de llorar, era un poema, el más bello que jamás pude haber leído antes. Cuando termine de leerlo bese a Jacob.
-Es hermoso
-Lo escribí hace meses mientras nos escondíamos de unos vampiros, en verdad fueron los peores meses de mi vida, te extrañaba cada segundo del día, después de que nos enteramos de que había una pelea en el bosque, corrí a ver si estabas ahí, pero solo vi fuego pero ni tu ni tu familia estaban,a si que regresamos al pueblo y evacuamos a cuanto pudimos, muchas familias tenían botes así que fueron al mar y el resto se alejo, reuní a mis hermanos y salimos en dirección a Canadá. Ahí estuvimos durante meses hasta que decidimos regresar, fue cuando tres vampiros nos comenzaron a seguir y una noche nos alcanzaron- me asusté y comencé a revisar a Jacob buscando una mordida o algo por el estilo- tranquila, acabamos con ellos, pero sabíamos que no eran los únicos así que nos desviamos en una segunda persecución y terminamos atravesando Canadá, fue cansado pero logramos alejarnos lo suficiente y como ya había estado aquí decidí que Belleville iba a ser un buen escondite, ya que si sabían quienes somos era de esperarse que regresaramos a Forks.
-¿Y donde están tus hermanos?
-Consiguiendo comida, Leah se pone de mal humor si no come a sus horas, dentro de poco llegaran, así que disfrutemos del momento- su sonrisa apareció en su cara
Lo abrace y mi oído quedo a la altura de su corazón, era un ritmo al que ya me había acostumbrado, podría estar así para siempre, unida a el en este abrazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario